Es entendible que una madre que cuida a tres niños, todos menores de siete años, pase el tiempo comprensiblemente agotada. Pero Lura Hughes, de 35 años, sabía que su empeoramiento de la falta de aliento y los dolores en el pecho eran más que una mera fatiga diaria.

Lura nació con el Síndrome del Bebé Azul causado por la Tetralogía de Fallot, una condición cardiaca congénita que puede causar una decoloración azulada de la piel debido a la falta de sangre oxigenada que llega al cuerpo.

El defecto fue reparado cuando tenía tres meses de edad y Lura veía a un cardiólogo cada año, sabiendo que en algún momento de su vida necesitaría un reemplazo de válvula.

Su familia se mudó de Pensilvania a Texas en 2023. Ella estaba en excelente condición física hasta que aparecieron los síntomas de la enfermedad cardiaca crónica. “Tenía problemas haciendo ejercicio y manteniéndome al día con mis hijos”, recordó. Experimentaba dolor en el pecho, presión en el pecho y acidez similar al reflujo. “La sangre no pasaba por la válvula hacia mis pulmones, por lo que experimentaba mucha falta de aliento, como una necesidad de aire. Nunca podía tomar una respiración completa.”

Hizo una cita con el Dr. Dhaval Parekh, un cardiólogo intervencionista del Texas Heart Institute en el Baylor St. Luke's Medical Center y profesor senior en el Baylor College of Medicine. El Dr. Parekh y el equipo quirúrgico cardiaco implantaron una nueva válvula en el corazón de Lura a través de un procedimiento mínimamente invasivo llamado reemplazo de válvula percutánea por catéter. El Dr. Parekh guió una válvula Medtronic Harmony a través de un pequeño catéter insertado en la ingle. Lura recibió una nueva válvula sin tener que someterse a una cirugía a corazón abierto, lo que habría requerido un largo tiempo de recuperación.

Pasó una noche en el hospital y fue dada de alta esa misma tarde. Durante dos semanas, no pudo conducir ni levantar nada que pesara más de 10 libras.

Dos meses después del procedimiento, Lura retomó su rutina de ejercicios. “Me siento muy bien. El Dr. Parekh me dio luz verde para retomar mis entrenamientos, así que volví a darle a mi bicicleta Peloton y también al entrenamiento de fuerza. Siento que he vuelto a mis entrenamientos normales, mientras que durante meses tuve dificultades por mi respiración”, dijo.

Según el Dr. Parekh, el pronóstico de Lura es excelente. “Las válvulas de tejido artificial, en general, duran una década”, dijo, señalando que la tasa de supervivencia para los pacientes con Tetralogía de Fallot ahora es superior al 90% gracias a los avances en tecnología y ciencia.

Los pacientes con enfermedades cardiacas congénitas en adultos requieren supervisión de por vida, desde el nacimiento hasta la vejez, explica. “Nuestro equipo cardiaco está a la vanguardia de estos avances para el beneficio de nuestros pacientes.”

Lura consideró a varios cirujanos y cardiólogos para su atención. “El Dr. Parekh es conocido por defectos estructurales congénitos en adultos. Así que eso solo me dio la confianza para elegirlo porque sabe lo que hace. Esto es lo que hace todo el día.”